Estadios de la periodontitis y tratamiento

Frenar el avance de la periodontitis con el tratamiento necesario según el estadio en que se encuentre la enfermedad es fundamental para prevenir daños en el hueso y la pérdida dental. Si la periodontitis no se encuentra en una fase avanzada se puede tratar con procedimientos menos invasivos, de lo contrario es posible que sea necesario recurrir a una cirugía periodontal.

Qué es la periodontitis y cuáles son sus síntomas

La periodontitis, también conocida como piorrea, es la fase avanzada de la enfermedad periodontal o enfermedad de las encías. Se trata, por tanto, de una patología periodontal grave, crónica e irreversible.

Cuando la gingivitis no se trata adecuadamente puede terminar evolucionando en periodontitis. 

La periodontitis se caracteriza por el deterioro progresivo de las encías y el hueso que sujeta al diente, pudiendo llegar a provocar su pérdida en los casos más graves. 

Principales síntomas de la periodontitis: 

  • Sangrado, enrojecimiento e inflamación de las encías
  • Hipersensibilidad al frío o al calor
  • Retracción de las encías
  • Movilidad de los dientes y/o separación
  • Halitosis (mal aliento)
  • Aparición de pus, abscesos o flemones en las encías

Según la Organización Mundial de la Salud, se estima que las periodontopatías graves afectan a casi el 10% de la población mundial

Prevenir la periodontitis

  • Mantener una buena higiene oral: cepillarse los dientes al menos dos veces al día, usar hilo dental diariamente y realizar enjuagues bucales con productos adecuados.
  • Visitar al dentista regularmente: los chequeos dentales regulares permiten detectar cualquier problema dental temprano, antes de que se convierta en un problema mayor.
  • Evitar el consumo de tabaco: el tabaco es un factor de riesgo importante para la periodontitis y también puede afectar la salud general de los dientes y las encías.
  • Seguir una dieta saludable: una dieta equilibrada rica en nutrientes es esencial para una buena salud dental.
  • Evitar el estrés: el estrés puede afectar negativamente el sistema inmunológico y aumentar el riesgo de enfermedades dentales, incluyendo la periodontitis.
  • Controlar ciertas enfermedades sistémicas: enfermedades como la diabetes y la enfermedad cardiovascular pueden aumentar el riesgo de periodontitis, por lo que es importante controlar estas afecciones.

Estadios de la enfermedad periodontal

La enfermedad periodontal se clasifica en diferentes estadios según su gravedad: 

  • Periodontitis Inicial: La encía comienza a retraerse, por lo que los dientes parecen más largos. Se pueden observar grandes depósitos de sarro en los dientes, especialmente en la parte frontal inferior.
  • Periodontitis Moderada: Se aprecia una ligera movilidad de los dientes, en ocasiones se desplazan y se crean espacios entre ellos. Las encías están enrojecidas y sangran con facilidad. Las bebidas o alimentos muy fríos o muy calientes pueden producir dolor. También son características comunes la halitosis y el mal sabor de boca.
  • Periodontitis Avanzada: Se acentúan todos los síntomas anteriores. Los dientes se mueven en exceso hasta que terminan cayendo. Las encías duelen y aumenta el sangrado, lo que dificulta el cepillado dental, que agrava todavía más el problema.
tratamiento de la periodontitis

Tratamiento de la periodontitis

El tratamiento de la periodontitis, una enfermedad grave de las encías, requiere un enfoque integral y personalizado para prevenir la progresión de la enfermedad y restaurar la salud bucal. En las etapas iniciales, el tratamiento se centra en la limpieza profunda, conocida como raspado y alisado radicular.

Este procedimiento implica la eliminación cuidadosa de la placa y el sarro acumulados en la línea de las encías y debajo de ellas, y el alisado de las raíces de los dientes para prevenir la acumulación futura. Esta limpieza profunda ayuda a reducir la inflamación de las encías y a detener la progresión de la enfermedad.

En casos más avanzados, el tratamiento puede requerir intervenciones quirúrgicas, como la cirugía de colgajo, que implica levantar las encías para realizar una limpieza más profunda y reducir el tamaño de los espacios donde las bacterias pueden crecer.

El mantenimiento continuo y el cuidado personal son fundamentales en el tratamiento de la periodontitis. Los pacientes deben seguir rigurosamente las rutinas de higiene bucal, que incluyen cepillado regular, uso de hilo dental y enjuagues bucales antibacterianos.

Las visitas regulares al dentista para revisiones y limpiezas profesionales son cruciales para monitorear la salud de las encías y prevenir la recurrencia de la enfermedad. 

 

Tratamiento no quirúrgico

Si la periodontitis no se encuentra en una fase avanzada se puede tratar con procedimientos menos invasivos, los mismos que para el tratamiento de la gingivitis. Los recordamos:

Raspado y alisado radicular

Consiste en una limpieza completa de la cavidad bucal para eliminar o reducir las bacterias bucales y los depósitos de placa calcificados entre los dientes.

  • El raspado elimina el sarro y las bacterias de los dientes y debajo de las encías.
  • El alisado radicular elimina la placa incrustada en la raíz del diente para disminuir la inflamación de las encías. Al alisar la superficie de las raíces se evita la acumulación de sarro y que el biofilm o placa bacteriana pueda incrustarse en el diente.

Antibióticos

El uso de antibióticos es muy frecuente como tratamiento de la periodontitis. Tanto los antibióticos tópicos como los orales pueden ayudar a controlar la infección bacteriana.

Como antibióticos tópicos pueden utilizarse enjuagues bucales o geles con antibiótico. Se aplica después de una limpieza profunda dentro de las bolsas o en el espacio entre los dientes y la encía.

No obstante, los antibióticos orales pueden ser necesarios para eliminar completamente las bacterias que causan la infección.

Qué debes hacer mientras dura el Tratamiento

Estas recomendaciones son muy efectivas si estás en un tratamiento de periodontitis y quieres ayudar con tu rutina a la recuperación. 

Cómo puedes ayudar con tu rutina

  • Cepillarse los dientes adecuadamente: asegúrate de cepillarte los dientes dos veces al día durante al menos dos minutos y de utilizar un cepillo de dientes suave para no lastimar tus encías.
  • Usar hilo dental: utiliza el hilo dental diariamente para limpiar entre los dientes y las encías.
  • Enjuague bucal con agua tibia y sal: mezcla una cucharadita de sal en un vaso de agua tibia y haz enjuagues bucales con esta solución. Esto puede ayudar a aliviar el dolor y la inflamación en las encías.
  • Aplicar compresas frías: coloca compresas frías en las mejillas para reducir la inflamación y el dolor.
  • Evitar alimentos duros y pegajosos: estos pueden ser difíciles de masticar y pueden empeorar los síntomas de la periodontitis.
  • Evitar el consumo de tabaco: el tabaco puede empeorar la periodontitis y también retrasar la curación.

Tratamientos quirúrgicos

Ante una periodontitis avanzada el tratamiento puede requerir de una cirugía periodontal. La cirugía permite limpiar los tejidos contaminados, alisar las superficies de las raíces de la pieza dañada y eliminar las bolsas de infección.

Gracias a la cirugía periodontal se pueden reconstruir o reemplazar las estructuras dañadas con materiales similares al hueso y trasplantar el tejido perdido de las encías. Así se puede conseguir que las encías se peguen de nuevo a la base de los dientes.

Después de la cirugía es necesario un mantenimiento periodontal para complementar el tratamiento.

Estas son algunas de las técnicas quirúrgicas que puede emplearse:

Cirugía con colgajos

Se trata de una cirugía que elimina o reduce las bolsas periodontales. Para realizar esta cirugía se retira un trozo del tejido de la encía (colgajo) con un bisturí para poder eliminar las bolsas acumuladas en el surco periodontal. El periodoncista realiza una limpieza y raspado en profundidad que elimina el sarro, la placa y la película debajo de las bolsas mediante una punta de ultrasonidos y curetas. 

Injertos de tejido blando

La línea gingival retrocede cuando se pierde el tejido de las encías, por lo que podría ser necesario reforzar parte del tejido blando dañado. Para ello se suele extraer una pequeña cantidad de tejido del paladar y se adhiere a la zona afectada. Con este método se puede reducir la recesión gingival, cubrir las raíces expuestas y dar a los dientes mejor apariencia.

Injerto óseo

Se realiza cuando la periodontitis ha destruido el hueso que rodea la raíz del diente. El injerto puede provenir de pequeños fragmentos del propio hueso, ser sintético o donado. Esta técnica ayuda a prevenir la pérdida del diente al sujetarlo en su lugar al tiempo que sirve de plataforma para el crecimiento del hueso natural.

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